POR TIERRAS DE EL QUIJOTE
Maravillosa la experiencia que vivieron a finales del mes de mayo casi cincuenta alumnos de nuestro instituto por tierras de Castilla
Los viajeros partieron de Santomera el jueves, 24 de mayo, a las seis de la mañana, para adentrarse en tierras castellano-manchegas por Hellín, atravesando este municipio y los de Pozohondo, Peñas de San Pedro y San Pedro entre campos pletóricos de cereales con un verde juvenil que alternaba con el ocre de las tierras en barbecho y el rojo encendido que una abundante cosecha de amapolas les donaba. Los bombos de los agricultores y los nuevos molinos de
Llegados al valle del río Jardín, entre majestuosas choperas y paralelos a la vía verde que ocupa el nunca estrenado ferrocarril de Baeza a Utiel, la presencia del puerto de Los Pocicos, superando los mil metros de altitud, pese a estar en una llanura, nos anuncia que estamos prácticamente en la meseta. Pronto tuvieron ante sus ojos las ruinas del castillo de Alcaraz y los restos de un acueducto medieval incrustados en tierras rojizas, posiblemente del Trías Keuper.
La visita a Alcaraz la iniciaron por la calle Mayor, entres numerosos edificios renacentistas para llegar hasta la puerta de
Un grupo de alumnos recitó el romance del Pernales ante su tumba y la totalidad de ellos depositaron flores al pie de la misma siguiendo la tradición. En el centro del cementerio asistieron, en directo y en riguroso silencio, al trabajo de una pareja de arqueólogos que excavaban la tumba de catorce asesinados en las represalias que siguieron a la guerra civil. Las respuestas a las preguntas de profesores y alumnos ilustraron a todos en una experiencia conmovedora y gratificante.
Con destino a Villanueva de los Infantes la expedición pasó por Montiel, con pequeña parada ante el castillo de
Por fin en Villanueva de los Infantes. Entrada triunfal a pie por
En plena siesta, partida hacia las lagunas de Ruidera, dejando atrás varios afluentes de del Guadiana y dejando en Carrizosas el Santuario dedicado a Nuestra Señora del Salido, lo que provocó la sonrisa de más de un alumno y, cómo no, algún chiste fácil.
Apenas llegar a las lagunas, los alumnos inmortalizaron su imagen en el final de las mismas: el Hundimiento, que da lugar un poco más adelante al embalse de Peñarroya. Bordeando las lagunas más grandes se dirigieron, en autobús, al albergue Alonso Quijano, justo en el mismo borde de la laguna Colgada, ubicado en lo que era un antiguo hotel que ha sido expropiado. Muchos nervios en el reparto de habitaciones, siendo muy difícil que se pusieran de acuerdo en quienes se acompañarían.
Primera actividad en las lagunas: senderismo junto al agua entre retazos de bosquete mediterráneos, choperas y vegetación de ribera para llegar al lugar elegido para el baño, una poza con cascada entre las Lagunas Batana y Colgada, un paraje espectacular. La locura: saltos, blincos, piruetas, gritos en un baño en compañía de ánades reales y somormujos y tensión en los profesores acompañantes por si se producía algún accidente. Regreso sin incidentes al albergue, tras casi cuatro kilómetros entre ida y vuelta, y preparando el cuerpo para la noche que se avecina.
La noche cualquiera se la puede imaginar: carreras por los pasillos, gritos, cambios de habitación, algún susto que otro pero, por suerte para todos, estamos solos en el albergue, así que no hay protestas. Ninguna gamberrada importante ni desperfectos que lamentar. A la una de la madrugada los alumnos cesan en su activad y el ruido de las cascadas entre las lagunas es lo único que mantuvo a algunos en vigilia.
El viernes, los alumnos tuvieron la oportunidad de viajar a
A la salida de la cueva, andando entre campos de cereales y amapolas, encaminaron sus pasos al Castillo de Rochafrida y
Regreso al albergue, pero haciendo una parada antes para repetir el baño en el mismo lugar del día anterior, con repetición de la jugada y con piruetas más atrevidas ante los vigilantes ojos del monitor y los profesores.
Tras la comida en el albergue, de nuevo al autobús para iniciar el regreso a Santomera. Las caras de cansancio de los alumnos son un auténtico poema. Pero hay que reponerse todavía nos queda una visita a El Bonillo. Tras dejar atrás Ossa de Montiel, la torre de la iglesia de El Bonillo indicaba a los alumnos la presencia de la localidad. Una vez allí pudieron ver el Rollo o Picota donde podían aplicar ellos mismos su justicia por decreto de Carlos I en el siglo XVI, y la fachada del ayuntamiento, renacentista y con un pasillo superior muy interesante. El principal objetivo de la visita tuvieron que dejarlo para otra ocasión: la persona que tenía que enseñarles El Cristo abrazado a
Dejando atrás las ruinas de la colonia romana de Libisosa, los alumnos tuvieron la oportunidad de comprar queso manchego en Tiriez y, por gentileza de la propietaria, degustar el de denominación de origen y el fresco, de manera gratuita.
Exhaustos, agotados completamente, pararon a la salida de Hellín en Venta Pascual, para dar cuenta de un kilométrico bocadillo ante la silueta ancestral e inquietante del Tolmo de Minateda, un lugar verdaderamente mágico.
Llegaron a tierras murcianas por
Sin novedad y sin bajas entre las propias tropas ni en las castellanos-manchegas, las huestes santomeranas fueron entregadas a sus padres a las veintiuna horas y treinta minutos en un isntituto ubicado al Noroeste de Santomera.
GRACIAS MAESTRO.NUESTROS HIJOS HAN DISFRUTADO MUCHISIMO Y ASI NOS LO HAN HECHO LLEGAR.LO QUE SE APRENDE A PIE NO SE OLVIDA.SU TRANSMISION LES HA LLENADO COMO SI EN EL QUIJOTE HUBIERAN ESTADO.GRACIAS.